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jueves, 31 de diciembre de 2009

Los años nuevos de la década que se va






Y cómo fueron tus últimos 10 años nuevos? Acá están los míos.


1999-2000: con Carreño, en el metro nos dieron las doce, buena escena, la gente estaba reventada de alegría. Lo demás, una fomedad. 

2000-2001: con Carreño de nuevo, fome. En el depa de Ñuñoa, viendo los juegos artificiales ñoños de Sabat. Otra fomedad.

2001-2002: Chiloé, cabaña del Invunche, con Xime, Checho, Matías y Pati y Flavia. Entrete

2002-2003: Nos dieron las doce con el psicópata del Javier no sé cuánto y la golpeada de la polola. Se nos aparecieron con champagne antes de las doce en la casa de Nercón carretera. Con lo buena onda que somos, los invitamos. Luego llegaron todos los monos locos del Prorural: Ariel, Gabo, caniggia y moya quien más. Pelao del cable.

2003-2004: Asado en Pilpilehue, con la Rocío, Tomás, y más amigos, que no recuerdo. Sólo me acuerdo que a las 3 empezamos el asado, a las 22 ya estábamos recurados, y casi se nos pasan las doce. Si no es porque entre malabares, entre las maderas, el barro, voy a ver qué hora es y a poner radio, pasamos de largo. Memorable.

2004-2005: Pilpilehue, comida rica con mi viejo. Muy lindo año nuevo, conversando hasta el amanecer, amanecimos los tres con burbujas en la cabeza. Memorable.

2005-2006: Arequipa, con Veg, y todos los amigos del Hostal. Entrete.

2006-2007: Escocia, con Veg en el depto de Brenda, los dos solos, y con muchos amuletos en la mesa. No sirvieron. Pura ilusión.

2007-2008: Máncora, con Mariela. Super arriba de la pelota, cenamos en la orilla del mar, Pulpo al Olivo, luego carrete con los franceses, amanecer en la piscina, y despertar con amigo Iván Wong en las hamacas. Memorable.

2008-2009: en la casa de la Mariana, con Gus y Lenin y Adriana que estaban de visita. Lindo.


10 años nuevos pasados!! 2 fomes, 2 entretes. 1 lindo. 1 ilusionado, 1 pelado del cable y tres memorables. 
Agradecida de todos.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Si me lo cuentan, no lo creo


Más de un mes que no escribía...no es falta de cariño, como dice el bolero. Es el trajín capitalino, es mi hiperventilación de hacer mil cosas a la vez, que todo me gusta, que quiero estar con todo el mundo, incluyéndome a mí misma, en fin.

Me dio por los balances emotivos, lindas palabras para lindas personas que hacen de mi vida una vida por momentos muy feliz. Y casi siempre esos momentos se proyectan, quedan las sensaciones de gozo flotando hacia adelante.

En los balances, lejos lo más disgusting, como bien dicen los gringos, fue la aparición del turbio de Marco Márquez en mi vida laboral. Por suerte fue debut y despedida, pero tan sólo el recuerdo de su semblante de Mr. Burnes, su frente brillosa y su cara de sapoculebra me hacen esbozar una mueca difícil de evitar. Ojalá que la gente lo cale bien, porque él no es ni buen profesional ni buena persona. Siembra desconfianza y no se destaca por nada bueno. Que se pudra. Ese es mi párrafo final para Turbio Turbiex.

Todo lo demás, van y vienes, sonrisas, carcajadas, cambios, abrazos, despedidas, besos que se pierden en el recuerdo, poemas que se recitan en las brisas, millas recorridas, nubes sobrevoladas, partidas y llegadas, borracheras, los rostros de mis amigas y amigos, de mi madre y padre, todo eso, me lo quedo y conmigo y me lo llevo adonde vaya, siempre.

Este año que se viene me esperan muchos aeropuertos, muchos despegues y aterrizajes. Para eso me estoy preparando. Y llena de felicidad, hacia el paisaje blancoazul.

Y un homenaje a las personas  importantes en esta década que se va:
Ale, Fátima, Nori, Xime, Zoe, Juan, Emer, Peter, Ceci Smith, Veg, David, Mariana, Pili, Mari, Checho, René, Claudia R, Ale S, Leonor, Eleonora, Cote, Marianela, Gordo, Papá, Mamá, Moisés, Mario A, Joanna, Clau, Toño, Claudia R, Lisa, Norma, Gus, Rodrigo, Gordo, las Arellana, tíos, Tío Pato, Gui.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Rezos cruzados



Se me arrejuntan, como dicen en Chiloé, las ideas de títulos y escritos para postear. Al comienzo tenía las ganas de ir subiéndolas en orden cronológico. Pero no, ya son tantas, que me entrego al absoluto deseo de escribir cuando tengo la pantalla al frente. Ando con la enfermedad de las palabras, con intensas ganas de teclear y eso se agradece.
Ayer salí con Lourdes, a uno de sus eventos socialité donde se puede tomar, comer, repartir besos de saludos, sonrisas verdaderas y falsas, miradas coquetonas, otras perdidas, todo esto, y gratis. Era en un castillo, de esos seriamente de terror, medieval a decir basta, ( para el estándar chileno) con ese aire perdido del rey Arturo, así que la locación inspiraba.
Conversamos entre medio de desabridos vodkas, sobre la configuración actual de nuestra vidas sentimentales, que básicamente se puede resumir en una palabra: solas. Suena desolado. Pero no lo es tanto. La vida de soltera santiaguina, independiente, no es para llorar, todo lo contrario. Hasta se corre el riesgo de disfrutarlo tanto que inconscientemente vas haciendo todo para mantener esa condición. Es ahí donde ambas estamos absolutamente conscientes de que no. Que la jarana, en el mejor sentido de la palabra, es para disfrutarla, pero es efímera, pasa, no se queda, y eso es lo bueno, circula y circulan: eventos, fiestas, gentes. Pero ambas queremos alguien que llegue para quedarse.

Ayer en la tarde Lourdes me escribió que le pidiera a la "vida" que pronto llegara un amor a su existencia, uno de esos buenos, que te elevan, que te llenan de sonrisas y que te hacen proyectar sueños realizables a partir de una hoja que cae de un árbol.  Quiero lo mismo. Parafraseando y reinventado a Prodan (q.e.p.d),  yo sé lo que quiero y lo quiero ya. Por lo que le pedí lo mismo de ella para mí. Somos amigas, así que los rezos cruzados resultarán,  estoy segura, hay mucha linda energía de por medio.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Reflexiones de Calle Bandera



Nada era muy auspicioso ayer en la tarde: yo ando con un cansancio acumulado, creo que producto de la gorila que me masajea tres veces a la semana, y con un sueño que me bajaba los ojos; hacía calor; mi amiga Bra venía de la pega, saliendo, cuando la llama por celular su jefa pajera que le pide que vuelva a la oficina a verle algo...todo mal. Así y todo, con la siempre buena velocidad de los taxis, me pasó a buscar y en un santiamén estábamos en Independencia, comprando géneros para nuestra Pyme, la de las bolsas de género onderas. Entre pitos y flautas, y en menos de una hora, (y a paso lento por todo lo que antes expliqué), compramos suficiente género para hacer 16 bolsas bellas. Con cansancio en las piernas, decidimos caminar hasta una fuente de soda, desde independencia hasta Bandera. Con sorpresa descubrimos que cada vez son menos las fuentes de soda por esos lados. Sorpresas desagradables, así como la noche anterior caminábamos por una Plaza de Armas asquerosamente cerda, a las 10 de la noche, pobre Santiago, que todavía no le llega un buen alcalde.
Caminando y caminando por Bandera, empecé a verbalizar la sarta de ideas que tengo sobre mi futuro cercano. Y mientras iba hablando, los ojos de Bra, de por sí grandes, se iban agrandando más; con cara de circunstancia, me dijo: "Creo que estás un poquito perdida. Estás disparando a lo John Wayne!". Y era verdad. El resto de las cuadras hablamos de la calma, de no hacer nada, de dejar que las cosas pasen. Mucha cabeza a veces enreda las cosas. Mientras pasábamos por los nightclubs decadentes, las tiendas de ropa usada y una que otra schopería de cuarto nivel, mis ideas se iban posando en aguas quietas, me alivianaba y me daba cuenta que la urgencia estaba sólo en mis neuronas. Lo que no le dije  a Bra ayer en la tarde es que ese tipo de perdiciones son comunes en mí, que vivo pensando adonde me voy, que soy gitana por esencia,  sólo ahora lo verbalizo con ella, lo hablo, que casi nunca lo hago, pero es parte de mi. Que tengo comezones del tercer año, y es un patrón que se repite en mi vida, tres años en un lugar, me empiezan a generar cosquillas en los pies y deseo partir. Ya llevo 3 en Santiago. Pero  es cierto todo lo que me dijo mi querida Bra, bajaré las revoluciones, y dejaré que la vida me sorprenda, como siempre.

domingo, 8 de noviembre de 2009

La lenta primavera

Lentamente se sienten esos grados algo más calientes, lentamente la primavera aterriza en Santiago, y los días están más largos, con más amarillo y celeste en medio del delgado velo gris del cielo, el viento hace lo suyo y mi ciudad se prepara con calma para esos bochornos irrespetuosos del verano. Adoro como está el tiempo ahora, sigo con pijama de otoño, con chaquetas y pañuelos alrededor del cuello, hoy hasta salí con gorro. Mediados de noviembre y la frescura no se rinde.

Estoy haciendo la lista mental de los escritos que se vienen: las miradas nn de Leonor, unas palabras para Lourdes, que hace tiempo quiero dedicarle, otras a Alicia en el país de las Maravillas, otra del piano y yo, y así, espero esta semana rearmarme de la cámara y libreta pequeña, de manera de apuntar apenas me invadan las ideas. Estoy más tranquila, al fin, la ebullición interna no para pero está tomando otro giro, y ya las llaves se están ajustando, no ando deshidratándome como por arte de magia, vuelven las sonrisas a instalarse por encima de los pucheros. Y quiero seguir en este carril, no salirme porque no se pasa bien estando bajo una nube tempestuosa y sin señales claras de buenas brisas. Salud por mí.

lunes, 26 de octubre de 2009

Foto en blanco

No hay posible foto para esta entrada, simplemente no la hay, porque debería ser un collage, repleto de instantáneas, todas exquisitas, de momentos exquisitos. Acabo de recibir relatos transatlánticos en medio de estos días nubosos, lluviosos, ventosos, repletos de abrazos apretados, sonrisas, manos que se toman, besos que se dan con inmenso cariño...yo agradezco y lloro, no he parado de llorar, necesito un gásfiter que me aprete las cañerías conectadas a mis ojos; lloro en la calle, en el minibus, en la oficina de saneamiento, en la cola del pago de la luz, al pasar por la plaza de Chonchi, al escuchar música en el Ipod, en la mesa de mañío del hostal, en el Ristreto, en la ventana empañada del palafito de Gamboa, me deshidrato y parece un río sin fin. Me pregunto cuándo iré a parar, me pregunto si le preguntaré a mi terapeuta que cresta tengo que hacer para parar esto. Mi madre me habla por teléfono horribleces de su pierna averiada, y yo le envío todo mi cariño mientras me pregunto si podré partir lejos en un par de meses más. R me duele, me duelen los kilómetros, me duelen los coqueteos con otros, me duele su dolor y su ausencia. Ando volando pero con dolor en las alas, duelen los músculos a pesar del hiperjercicio.
Llegó del sur lejos mi gran amiga, uno de mis regalos de la vida, muero por verla, y compartir la batería de cariño de mis otros regalos del archipiélago. Muero por que esté él aquí, juntos. No hay foto posible, por ahora.

domingo, 4 de octubre de 2009

Afónica


Cada vez se me hace más difícil escribir. Es como que estuviera afónica de escritura, estas palabras que ahora tipeo son como hilos de voz, que no quieren apagarse pero que cuesta sacar. Quiero que se pase esto que parece una picadura de bicho, que no se deshincha, que parece no tener fin, es un embrujo del que quiero salir. El invierno sigue instalado acá en la ciudad. Y a veces llueve, como haciéndome compañía. Yo sigo lluviosa, con escampados más largos, pero los aguaceros se vienen como en Chiloé, a cualquier hora y en cualquier momento. Pero como en Chiloé, siempre hay un techo, un alero, un árbol bajo el cual cobijarse.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Las dosis


Y sigue la saudade en mí, el deseo de sentirlo cerca, deseo que se cumple pero sólo a guiños.  Mientras, me dejo arrumar por la fotografía, el piano y el baile. Con sobredosis.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Golpes altos

Ayer conversaba con Dd. sobre los dolores, y él afirmada que todos somos golpeados en la vida, de una u otra manera. Pero cada uno decide qué hacer con esos golpes y cómo cargarlos, transformarlos, ...en definitiva, llevarlos. Él reconocía que por períodos ha andado como "golpeado" por la vida, pero hace ya unos años tuvo la fortuna de encontrase con Mdg. quien lo zamarrea bien zarandeado cuando es necesario resarcirse de los golpes. Naturalizar los golpes es lo que no debería hacer. Dejar pasar un tiempo, para volver a los niveles de cariño que tan bien siento, los que son míos propios, y que se bajaron tanto, tratando de adecuarlos a los de G.
Ya cambié de estado, pase de hiperenergética, a hipermarmota. Ahora sólo quiero dormir y que los días pasen. Feliz estaría unos días como la Simona en la foto. Sé que ahora la vida me dio un golpe alto, pero es que la fuerza de gravedad hace lo suyo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sidsel & Wesseltoft

(Altamente recomendable escucharla http://www.youtube.com/watch?v=yQvs9tmzWtE)


Try


keep on looking
you keep on searching
you keep on moving
and you get a little further
you keep on trusting
you keep on hoping
you keep on facing your faith just to keep on growing

just try...try..you just try

keep on wondering
you keep on asking
keep on reaching
keep on taking chances
keep on longing
you keep on dreaming
keep on doing what you do never give up believing

just try...try..you just try
you just try....try...just try

maybe your world shakes
you try to hold on
maybe your heart breaks
just keep on loving
maybe you'll find out
it's meant to be this way
maybe you'll learn this
or maybe we'll learn this

keep embracing each day keep on yearning
keep on making mistakes just to keep on learning
keep on giving, you keep on wanting
keep on fighting, just get up every morning
and try...try....just try
you just try...try....just try
you just try...you just try...just try


La Lluviosa

Esta vez me agarró fuerte, es como ese resfrío que me botó el último fin de semana de Junio, que me hizo deambular por hospitales, clínicas y el consultorio, con fiebre, algo volada, algo mareada. Había sol, pero era ese de invierno, que ni entibia en medio de las capas de frío. Ahora es algo parecido, pero los días son grises, fríos y brumosos, ideales para una lluviosa como yo, y ando lloviendo por las calles, con ganas de escribir en el aire, de agarrar las hojas y enviarle señales que sólo los dos entendamos. Ando lloviendo, nuevamente rallada con la Sidsel Endresen, ese Stages, que pareciera que me tecleara el alma, la atmósfera blanca de esa canción me hace llorar desde el comienzo.
Ayer envié negritas al viejo continente, un impulso, que a su vez embaló pinturas, colores, imágenes y letras; no me resistí.
Hoy estuve trabajando con un hombre mezcla de Edgar Allan Poe y Hugh Grant en Pride and Prejudice; increíble look de él, y estoy segura que ni se da cuenta. Medio autista, me decía que era, mientras tomaba su té. Estábamos en la interfase que le acomoda, parece, el de la computación, porque me habló como loro, e hizo que me saliera, por un par de horas, de esa pateadura de perra con la que ando desde hoy, y por supuesto acompañada de lluvia interna, que ahora se exterioriza. Llueve en Santiago, dentro y fuera de mí.

martes, 1 de septiembre de 2009

El amor después del amor

Cuántos amores después de los amores vendrán? La canción de Fito resuena en nuestros corazones, fuerte, sobre todo después de un quiebre,  y de encuentros inesperados. He tratado de buscar el amor después del amor, pero a veces me son esquivos estos dos amores al cubo.
Mi amiga Bra me dijo: esta es la primera vez que siento esto, a pesar de que he dicho " esta es la primera vez" como 5 veces. La sinceridad ante todo. Al final del día no importan cuántas veces nos equivoquemos, sino que nos la creemos y la jugamos.
Estos últimos días he tenido una sobredosis de amigas, y eso siempre es bienvenido. Angela Fratelli, escritora argentina, me ganó escribiendo Amigas Mías, pero en el fondo, creo que es un buen ejercicio que una escribiera sus propios Amigas Mías ( que de paso recomiendo leer) porque aparte de un buen ejercicio terapéutico, es legado.
Contensión es lo que necesito, después del pequeño huracán que pasó por mí. Y ahí están ellas. Y espero que siempre lo estén.

lunes, 31 de agosto de 2009

Pateando la perra

Y es que bajan los nervios, falta aire, algo de ansiedad... es el preguntarse si es posible sentirse así de bien por más tiempo.
Porque por más que tengo incorporado a Borges en mi disco duro, con la consciencia de que la vida es sólo momentos, pues de eso está hecha la vida, y a Teillier, recordándome que las palabras son aire que se mueve en los labios para recordarnos lo único presente, que respiramos y que dejamos de respirar,  a pesar de estos hermosos caballeros, es este sentir de que deseo vivir eso por más tiempo, de que encuentro a alguien que tiene muchas partes de mi "collage" en una misma persona; aparece este hombre cuyas diversas facetas son parte de un mismo prisma que quiero tener.
Si, está bien agradecer, lo hago, todo el tiempo y sinceramente agradezco los momentos, pero quiero más, quiero más horas, más días, quiero vida bella con un compañero, quiero buena vida, buen amor, quiero cuidar y que me cuiden, besar y que me besen, reir y hacer reir, construir juntos, reparar juntos,  todo eso. Es mucho pedir? 

miércoles, 26 de agosto de 2009

La hija de Biji

Fue en una fiesta en uno de esos lugares ajados pero con prestancia del pasado mejor, esos castillos que salpican Lastarria y le dan ese airecillo del viejo mundo, que tanto gusta. Nunca entendí enteramente el motivo de la fiesta, ni la performance que dieron después unas locas atadas a unas cuerdas que iban y venían contorneándose por las escaleras. Había que celebrar algo, con buenos vinos, panecillos y música. En eso estaba, ambientándome y tomando, obvio, cuando me encuentro sentada con un compadre gringo y una chilena, de pelo bien liso, cara bien aria, y voz algo pitúa. El gringo andaba en su periplo ciclista, venía de Argentina y le quedaba un buen resto para seguir al sur. Conversamos de su viaje, de mi vida citadina, hasta que el preguntó si habían indígenas en Chile y especialmente en el sur. Yo comenzaba a hablar, ordenando las ideas para darle un barniz de la historia del sur de Chile, esa basada en Bengoa, Molina y Aylwin, cuando irrumpe la pelolisaria, diciendo: "Noooo, acá en Chile no hay indígenas. El sur fue colonizado por alemanes, y eso sí que se ve, bonitos campos, de la época de los colonos, pero indios, no. Se fueron de ahí o se murieron. Ahora hay algunos museos, pero por suerte que llegaron estos colonos, gente de trabajo. Pero indígenas???? Pucha, no poh, no hay... " Y zas! que irrumpe un micrófono, nos hacen movernos, porque empezaba el marco teórico de esta fiesta, que era una especie de amalgama entre estudiosos de Maturana y Varela junto con los más fervientes admiradores de Quilapayún. Los micrófonos, los discursos, disolvieron la conversa y de a poco se disolvió mi cara desencajada y atacada al escuchar a esa mina decir tamaña estupidez e ignorancia. La fiesta empezó y no ví más ni al gringo ni a la ciegadeconocimiento de la rubia. Pero pude preguntarle a la anfitriona, mi amiga, quien conocía a miedo mundo y más. Quién era la mina que estaba conmigo y el gringo en la mesa? "Ahhh, la Mariana. La Mariana Büchi. "Büchi?, algo de Büchi?". "Si. Su hija". La hija de Büchi.
Y esto sucedió y esto así pasó.